Que viajar en guagua enriquece tu persona, es obvio (¿no?), y que te encuentras con lo peor de la sociedad, pues también es una realidad. Y hoy, lunes, me topé con dos doñas racistas como nadie. Que vale, que la gente mayor suele ser algo racista... sí, y no me sorprende... pero lo de hoy fue especial.
Doña A: Me da una pena cuando veo gente de ese color... ¡ay, Dios mío!
Doña B: Sí, sí, sí... pobrecitos.
Doña A: Y si al menos fueran morenitos, pero es que son negros negros, ¿eh? No se para qué existen, la verdad (risas).
Doña B: ¡Mírala, mírala, por ahí va!... ¡ay, pobrecilla!
Doña A: (risas) Habría que saber por qué en la naturaleza existe ese color (risas)
Y ahí desconecté. Intenté evitarlo, porque el diálogo era oro puro... pero es que tengo mis límites. No voy a hacer mucho comentario, porque no sé qué decir... sólo que esta gente siempre parlotea cuando la víctima no está cerca, cosa que les da puntos enteros a su triste mentalidad. La Doña A se bajó en La Montaña. Estad atentos cuando paséis por ahí... una fiera anda suelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario